¿Qué es el CAPTCHA y para qué sirve?

¿Te interesa saber qué es el CAPTCHA y para qué sirve? Este sistema de verificación, tan ligado a la historia de Internet, es empleado a diario para garantizar que quien rellena ciertos formularios, o deja comentarios en blogs, es un ser humano y no un simple bot.

Si quieres saber más, sigue leyendo y aprende sobre la evolución y el uso de este sistema de verificación tan presente en nuestras vidas.

Para qué sirve el CAPTCHA

Antes de nada, deberíamos explicar el propio término. Y es que la palabra CAPTCHA es un acrónimo que significa “Test de Turing completamente automatizado para distinguir ordenadores de humanos”. En pocas palabras, es un sistema de verificación que detecta bots.

A día de hoy se utiliza muy a menudo en la industria web, con el objetivo de proteger a los sitios de amenazas que pueden ir desde el molesto spam hasta los ataques DDoS.

El acrónimo CAPTCHA fue acuñado en el 2000 en la Universidad de Carnegie Mellon, en Pittsburg. La idea era hacer referencia a aquellos sistemas para verificar a los usuarios que ya entonces se estaban volviendo imprescindibles, y cuyo uso no tardaría en extenderse por todo el mundo.

Estos sistemas consistían en la creación de pequeños rompecabezas basados en distorsionar imágenes que contenían texto y números: los ordenadores, al contrario que los humanos, no eran capaces de leerlos con facilidad, lo que los volvía en una barrera formidable.

Con el tiempo, no obstante, los bots se han ido volviendo más sofisticados e inteligentes. Por eso, los CAPTCHA actuales también han tenido que evolucionar en sus técnicas de detección.

Quién utiliza los CAPTCHA

Hoy en día, los sistemas de verificación CAPTCHA son empleados en todo tipo de sitios web que desean asegurarse de que sus usuarios son humanos. Webs y blogs donde se pueden dejar comentarios suelen emplearlos; pero también son usados a diario para garantizar la validez de todo tipo de encuestas y votos en línea, ya que así se reduce el riesgo de manipulación de los resultados.

También se suele recurrir a los CAPTCHA en toda clase de formularios de registro, sobre todo los destinados a la creación de cuentas gratuitas. De este modo, por ejemplo, se evita el uso de bots para crear direcciones de correo electrónico de spam de forma masiva.

Las páginas de venta de entradas para conciertos o eventos deportivos también recurren a los CAPTCHA.

Tipos de CAPTCHA

Un buen CAPTCHA debe presentar 3 atributos principales: debe ser fácil de crear para un ordenador, debe ser accesible para un humano y debe ser difícil de superar para un bot.

Así, encontramos diversas categorías que tratan de cumplir dichos preceptos:

  • Textual: Son aquellos que incluyen cifras o letras y un cuadro de texto. El usuario debe cumplir unas instrucciones, como escribir la secuencia, responder el color de los caracteres, escribir la última palabra, etc.
  • De cálculo: Este tipo de CAPTCHA ofrece algún problema matemático sencillo que el usuario debe resolver. Es bastante habitual, aunque no es especialmente seguro.
  • Preguntas lógicas: Algunos CAPTCHA emplean preguntas de cultura general que deben ser respondidas. A menudo guardan relación con el contenido de la web y, aunque son cuestiones sencillas, los bots pueden llegar a tener muchos problemas para establecer esa clase de conexiones.
  • Visuales: Una de las variantes más habitual hoy en día es la del CAPTCHA de identificación por imágenes. Estos pueden mostrar conjuntos de fotografías o dibujos al usuario para que este identifique un elemento en concreto o alguna característica similar en las diferentes imágenes. Este tipo de prueba no requiere lectura por parte del usuario.

Los CAPTCHA no son perfectos pero, si están bien diseñados, son la forma más eficaz de evitar el spam y otros problemas peores. Por eso, aunque a veces nos suponga gastar un poco más de tiempo para rellenar un formulario, no debemos olvidar que están ahí para ayudarnos.