Privacidad en Internet y protección de datos personales

Mucho se ha hablado de la importancia de la seguridad y privacidad en Internet. Habitualmente se proporcionan recomendaciones a tener en cuenta tales como: hacer uso de un antivirus, tener cuidado con los archivos que se abren, especialmente los contenidos en la carpeta «spam» de nuestro correo electrónico, la limitación de información personal en las redes sociales, los amigos que aceptamos en dichas redes y las conversaciones que tenemos, reforzar nuestras cuentas con contraseñas seguras, hacer uso de un antivirus que proteja las compras en línea, etc.

Todo lo anterior está muy bien y es necesario tomar precausiones que nos puedan prevenir de un peligro de cualquier tipo en la red. Sin embargo, aún después de seguir todas las posibles recomendaciones, ¿estamos seguros?
Últimamente parece mostrarse una preocupación en lo concerniente a la privacidad de los usuarios en línea, a través de cualquier dispositivo que usemos. No nos referimos necesariamente a amenazas por parte de asaltantes que nos espían a través de la red, sino a las corporaciones mismas dueñas de las marcas de dispositivos más populares que conocemos; incluso se dice que estas grandes corporaciones están orquestadas con el gobierno para vigilar de manera masiva los comportamientos y tendencias de los usuarios de la red.

Podríamos preguntarnos, ¿es realmente un problema que alguna corporación nos vigile a través del uso de sus dispositivos? En mi opinión, la privacidad es importante independientemente de quién nos vigila, y muchas corporaciones lo hacen de manera sútil registrando nuestra información privada con la excusa de que es por nuestra seguridad.

Quizá una de las maneras más comunes en que estas compañías nos vigilan es a través del registro de nuestro historial de navegación. A través del registro de nuestro historial, se puede llegar a conocer mucho sobre nuestra vida íntima y de alguna manera sobre quienes realmente somos. Por ejemplo, si alguna vez se nos ocurriése investigar algo que ocultamos en nuestro pensamiento, a través del registro de nuestro historial, alguien puede llegar a conocer sobre nuestros gustos, tendencias, intereses, filosofía, vicios, aspiraciones, planes. Es decir, alguien puede conocer todo el espectro de motivaciones y necesidades que nos definen. Es más, algunos aseguran que estas corporaciones tienen la facultad de escucharnos y observarnos a través de las cámaras de nuestros dipositivos.

Parece ser que el hecho de que seamos observados, va más allá de la intención de «protegernos», y tiene más bien que ver con una dominación en diferentes aspectos: ecónomico, cultural y hasta político. Es evidente que la era tecnológica se ha vuelto toda una cultura en la que necesariamente debemos tener un dispositivo digital. Estos a su vez son los medios de las nuevas formas de intercambio comercial a través de un mercado digital. ¿Alguna vez has notado cómo después de haber investigado sobre un determinado producto en la web, la publicidad de éste aparece luego en las redes aún cuando no fue en este medio donde investigaste inicialmente sobre el producto?

En este sentido hablamos de privacidad en Internet y protección de datos personales, pues no existe un anonimato absoluto cuando se trata del uso de los nuevos dispositivos. Ahora, ¿no tiene todo esto que ver con un derecho básico a la privacidad, independientemente de quién nos espíe? Aunque es un tema que no parezca tener gran importancia en el presente, es fundamental tomar medidas contra estas intrusiones antes de que sea demasiado tarde como para parar este proceso.

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